¿Hay que extraer las muelas del juicio para la ortodoncia invisible? Clínica Brezo Suárez-Solís, Dentista Avilés.
Los pacientes frecuentemente nos preguntan si es necesario extraer las muelas del juicio (o terceros molares) previo a un tratamiento ortodóncico. Cada situación es individual y requiere la valoración de un ortodoncista experto, quien decidirá si dicha extracción es esencial. La determinación sobre la extracción de estas muelas corresponde al criterio del ortodoncista.
¿Qué son las muelas del juicio y cuándo suelen aparecer?
Las muelas del juicio, o terceros molares, son los últimos dientes permanentes en aparecer y asentarse en la boca. Usualmente surgen alrededor de los 18 años, aunque esto puede variar por individuo. En ocasiones, estas muelas no logran emerger completamente.
Hay cuatro muelas del juicio en total: dos arriba y dos abajo. Dado que son las últimas en aparecer, muchas veces no cuentan con el espacio necesario para posicionarse correctamente, llevando a una mala alineación o erupción parcial. Es esencial que un dentista evalúe cada situación específica. En muchos casos, se sugiere extraer las muelas del juicio si generan problemas bucales, como medida preventiva o para tratamientos ortodóncicos que necesiten el espacio que ocupan.
¿Cuándo suele estar indicada la extracción?
Como señalamos anteriormente, cada situación es única. Sin embargo, es común recomendar la extracción de las muelas del juicio cuando están mal alineadas, provocan problemas bucales o causan incomodidad y dolor. También se sugiere su remoción como medida preventiva o cuando se necesita más espacio para tratamientos ortodóncicos. Algunas situaciones frecuentes incluyen:
- Apiñamiento con dientes cercanos: Si las muelas del juicio no cuentan con el espacio adecuado para surgir de forma correcta, pueden causar presión en los dientes vecinos, generando daño.
- Muelas del juicio no emergidas: Estas muelas quedan totalmente cubiertas por las encías. Esto puede llevar a infecciones, daño en raíces o huesos de dientes cercanos, e incluso, en casos raros, a la formación de quistes o tumores.
- Muelas del juicio parcialmente surgidas: Si estas muelas solo emergen en parte, se complica mantener una limpieza adecuada en esa zona, favoreciendo la acumulación de bacterias y restos alimenticios. Esto puede derivar en caries, abscesos en las encías o infecciones.
- Requerimientos ortodóncicos: Para tratamientos ortodóncicos que necesitan retraer los dientes para alcanzar una posición óptima, puede ser necesario extraer las muelas del juicio. Esto es común en casos de maloclusión de Clase II o Clase III.
¿Y para el tratamiento de ortodoncia invisible?
Antes de iniciar un tratamiento ortodóncico, puede ser necesario extraer las muelas del juicio. Esta decisión se toma con el objetivo de crear espacio y lograr una alineación dental óptima. Este procedimiento es común en maloclusiones completas de Clase II (CII) y Clase III (CIII).
En la maloclusión de Clase II, los dientes de la arcada superior se proyectan más que los de la inferior. Para rectificarlo, se busca retrasar los dientes superiores, lo que podría implicar la remoción de los terceros molares superiores. En ocasiones, también se extraen los terceros molares inferiores, ya que, al no tener su contraparte superior, podrían no funcionar adecuadamente. Sin embargo, esto varía según el caso.
Por otro lado, en la maloclusión de Clase III, los dientes inferiores se sitúan más adelante que los superiores. La corrección implica retrasar los dientes inferiores, lo que puede conllevar la extracción de los terceros molares inferiores. En ciertos casos, también se sugiere la remoción de los terceros molares superiores por razones similares a las mencionadas previamente.
Es esencial subrayar que la decisión de extraer las muelas del juicio en el contexto de un tratamiento ortodóncico se basará en una evaluación detallada por parte del ortodoncista.
¿Hay que extraer las muelas del juicio para que mi sonrisa no se desplace después del tratamiento?
Antiguamente, se solía aconsejar la remoción de los terceros molares para prevenir futuros problemas ortodónticos. No obstante, hoy día, esta práctica es objeto de debate. Aunque la relación no está del todo definida, crece el número de investigaciones que sugieren que las muelas del juicio no son, por sí mismas, responsables del apiñamiento dental o de recaídas post-tratamiento ortodóncico.
En la ortodoncia moderna, la inclinación es emplear retenedores, sean fijos o desmontables, tras el tratamiento. Si se siguen las recomendaciones del ortodoncista al usar estos retenedores, se logra conservar la alineación y posición deseada de los dientes. Es crucial subrayar que el compromiso del paciente en adherirse a las directrices del especialista y usar correctamente los retenedores es vital para sostener los resultados a largo plazo y evitar recaídas.
Si crees que puedes necesitar un tratamiento de ortodoncia, cuenta con nosotros. Clínica Brezo Suárez-Solís, Dentista en Avilés. Te atendemos en el teléfono 📞 98 552 27 29.